Picachico está situado en Laroya (Almería). En un paisaje inigualable, a la falda de la Sierra de Filabres, encima del Desierto de Tabernas y cerca de las playas de Vera, San José y cabo de Gata.
Aunque es un lugar ideal para escapadas románticas, reuniones familiares y de amigos, en esta ocasión queremos descubrirte las 7 maravillas de Laroya. ¿Nos acompañas?
A Laroya se accede desde Macael, pueblo al que a su vez se llega por la carretera de Tabernas-Olula del Río. El clima de este municipio es mediterráneo continental, con días calurosos y noches muy frescas, lo que lo hace ideal para pasar el verano.
Paseando por el centro, encontrarás la Iglesia Parroquial de estilo mudéjar. Dado lo intrincado de los caminos para proveerse de materiales con los que edificar su iglesia, los vecinos de Laroya decidieron construir una tejera a orillas del río con objetivo de fabricar ellos mismos los bloques necesarios para erigir el templo parroquial.
La Iglesia Parroquial San Ramón Nonato es una excelente obra de gran pureza neoclásica y notable equilibrio de volúmenes que destaca entre el caserío tradicional del resto del pueblo.
Fue edificado en la segunda mitad del siglo XVII, trabajando en su construcción el arquitecto Antonio Munar, aunque se desconoce el nombre del arquitecto que la proyectó.
La fachada principal de la Iglesia Parroquial San Ramón Nonato presenta doble frontón, y se completa con el campanario cubierto por cúpula, entre pebeteros ígneos. El interior presenta una planta de cruz latina abovedada con cúpula vaída sobre el crucero.
De mucha devoción entre los habitantes de la comarca, la Romería de Estrella es una de las cosas que podrás hacer en Junio.
Se celebra en Estrella, una amplia cortijada de la Sierra de los Filabres y cuyo nombre se debe a los tiempos de la reconquista y repobalción cristina en honor a la afamada Estrella de Navarra.
La imagen de la Virgen de Estrella viaja en peregrinación desde la Iglesia de San Ramón Nonato de Laroya hasta la que fue su casa original.
Los vecinos organizan una comida fraternal para todos los asistentes, amenizada con música y bailes, en la que era la antigua era, donde antaño se realizaba los procesos de trilla del trigo. Ya por la tarde, se regresa en procesión con la imagen sagrada al templo.
El río Laroya es un río carismático y especial que forma parte de los afluentes del río Almanzora. Es el principal motivo por el que Laroya tiene un especial carácter, una orografía y un paisaje muy diferente al resto de la comarca.
A más de 800 m de altitud, este río ha ido construyéndose a si mismo excavando en la roca su cauce.
Con el gran protagonismo con el que cuenta en la población, su cauce se encuentra serpenteando por una red de acequías y balsas que datan de los siglos IX y X, y que aprovechan los saltos de agua que en él se generan para la construcción de molinos e incluso una tejera donde se construían ladrillos.
Semana Santa en Laroya trae consigo una de sus tradiciones más antiguas. Las cuartetas de Laroya. Costumbre que se celebra el Domingo de Resurrección.
La gente se reúne en el pueblo, para que el cuartetero que se encarga de recitar las cuartetas puedan ser escuchadas por todos.
Éstas están compuestas por los vecinos del pueblo y narran anécdotas de todo tipo referidas a los sucesos que han pasado en Laroya y sus vecinos.
Con motivo de las fiestas Patronales, los días 30 y 31 de agosta, en Laroya tiene lugar la celebración y representación más pasional y con más sentimiento incondicional entre los habitantes de la comarca: la relación de Moros y Crisitianos.
El primer día los bandos Moro y Cristiano se enfrentan en una batalla incruenta en la que se leen unos textos y en la que gana el bando de los Moros.
En el segundo y definitivo día de enfrentamiento ganan los Cristianos.
En medio de los dos bandos se encuentra un personaje peculiar, «El Pelotero» que es tratado como espía por ambos bandos y que acaba bautizado tras la derrota de los moros.
Las hogueras de San Antón o como popularmente se conoce «las lumbres», son un claro ejemplo de la hospitalidad de los habitantes de Laroya.
Coincidiendo con un fin de semana de enero, se hace acopio de madera para alimentar fogatas, donde se realizan barbacoas a la que están invitados los habitantes y visitantes del pueblo.
Es un momento ideal para pasarlo entre amigos y familiares, conocer gente mientras comparten la barbacoa o un buen vino.
Naturaleza y Laroya llegan a ser sinónimos para todos aquellos que conocen este rincón de la sierra de Los Filabres. No hay mas que echar a andar por cualquiera de sus parajes para darse cuenta de que es una gran oportunidad para disfrutar de un ecosistema rico en vegetación y fauna autóctona que harán las delicias de los amantes de la naturaleza.
Sendero circular de 10km o bien 7.50km si hacemos la versión corta del Sendero del Bosque. El tiempo aproximado de recorrido: 3h 30 minutos. En estas actividades rurales, conseguimos subir hasta una cota de 1.170m, con lo que tenemos un desnivel de 470 m en subida y otro tanto en bajada.
Este sendero parte de las pistas polideportivas. Esta actividad rural e permitirá contemplar los restos de antiguos molinos harineros, que ejercían una importante labor en la vida cotidiana de la zona, así como algunas de las Eras de trilla, igualmente imprescindibles para la actividad agrícola del pueblo. El sendero coincide con un antiguo tramo del GR-143, que se dirige desde María hasta Almería.
Sendero circular de casi 14 km de longitud con un desnivel de 700 metros y de duración aproximada 5 horas. En las pistas polideportivastienes la primera señalización. Hay que tener cuidado con los postes indicativos ya que coinciden algunos puntos con el GR 143 y el PR 366.
En la cortijada de Reul Alto no puedes irte sin beber agua en La Fuente, en la Piedra Juan Felipe, estarás a 1.500 metros de altitud y si tienes un día claro puedes ver la desembocadura del río Almanzora en Villaricos, Sierra María, La Sagra y todo el Valle del Almanzora. Sin ninguna duda, destaca entre las demás actividades rurales.
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